Destacamos para estas tardes
otoñales un plan alternativo pero muy madrileño...
Los jardines tienen su origen
entre los años 1630
y 1640,
cuando el Conde-Duque de Olivares le regaló al Rey
Felipe IV unos terrenos que le habían sido cedidos por el duque de Fernán Núñez para el recreo de la Corte en
torno al Monasterio de los Jerónimos de Madrid.
Así, con la reforma del Cuarto Real que había junto al monasterio, se inició la
construcción del Palacio del Buen Retiro. Contaba entonces
con unas 145 hectáreas. Aunque esta segunda residencia real iba a estar en lo
que en aquellos tiempos eran las afueras de la villa de Madrid, no estaba
excesivamente lejos del Real Alcázar y resultó ser un lugar muy
agradable, por estar en una zona muy boscosa y fresca.
En la plaza del mismo nombre se erige desde 1885 la Fuente del Ángel
Caído. Consta de una escultura realizada por el madrileño Ricardo
Bellver en 1877 (y fundida en bronce al año siguiente) e inspirada
en unos versos de El paraíso perdido (1667) de Milton,
y un pedestal de granito, bronce y piedra diseñado por el arquitecto Francisco Jareño. En su parte inferior, los
caños por los que emana el agua representan caras de seres infernales.
Incluso, puede sorprenderte el paseo animales como palomas, urracas y ardillas....No dudeis en disfrutar de este parque. Merece la pena.
http://www.parquedelretiro.es/
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